lunes, 21 de marzo de 2016

Sujeto Docente y su compromiso socio-político en la realidad venezolana



Reflexionando con las palabras de Alirio Pérez (2014), en su publicación en EL UNIVERSAL, su artículo “El Docente Venezolano” donde expresa que “El educador cumple una función extraordinaria en todos los niveles. De hecho, debería ser una profesión mucho mejor remunerada. En algunos países se valora tanto el rol del profesor que es muy difícil llegar a serlo, y además recibe una  paga sustanciosa y justa por sus extraordinarios servicios. Es lastimoso que en "tiempos de revolución" la deuda con la educación sea abrumadoramente escandalosa.” Nos hace caer en cuenta que esas palabras siguen vigente en la fecha actual, cada día los docentes nos encontramos muchas veces decepcionados, debido a los altos costos de la vida, cada vez la remuneración percibida alcanza menos, y las exigencias laborales son más. Así como las condiciones de infraestructuras, las cuales en muchos casos nos toca trabajar en condiciones inhumanas, con el único fin que es formar ciudadanos.
Estas condiciones, nos produce muchas veces apatía al trabajo, hoy en día son mucha escuelas con docentes en condición de reposo, por lo tanto los muchos los niños y adolescentes que dejan de recibir clases por periodos temporales. Cada vez, las actividades políticas agobian a los educadores, ya que deben cumplir directrices incluso aun cuando no compartan la misma ideología, debido a que se reciben amenazas, en los casos de no querer participar, tal es el caso cuando se debe asistir a marchas de cierres de campañas en horarios contrarios a la labor diaria. Y es entonces que el maestro, suprime sus derechos y deberes, y calla por temor a sanciones fuera de las leyes, simplemente porque se siente amenazado.
Calatrava (2010) sintetiza de forma muy asertiva mis ideas, cuando dice que en Venezuela, el trabajo docente es bastante mal remunerado, a pesar de haberse alcanzado pequeños logros a través de las Convenciones Colectivas y de algunas consideraciones emanadas del gobierno nacional; no obstante, el docente venezolano recibe por su ejercicio un pago que no se corresponde con el trabajo que realiza, ni con la importancia de su rol social. A decir verdad, el docente debe sortear muchas dificultades para sacar adelante su familia porque lo poco que devenga es insuficiente para cubrir los gastos de alimentación, vestido, medicinas, servicios públicos, entre otros. Son contados los docentes de este país que cuentan con satisfactorias comodidades y aquellos que tienen bienes de fortuna es porque cuando ingresaron a la docencia ya los poseían; si bien es cierto que hay oportunidades de adquirir vivienda, vehículos y préstamos personales, pero para lograrlos hay que llenar una serie de requisitos burocráticos y someterse a la interminable espera del correspondiente turno de una larga lista de espera, tanto es así, que en el caso de vivienda y vehículo es probable que el solicitante deba renovar los requisitos motivado a la prescripción de los consignados al inicio.
Cabe destacar que los tiempos políticos son los que determinan la duración de las reformas y la llegada de una nueva, ya que la orientación del sistema educativo se dirige hacia los intereses del gobierno de turno. Cada gobierno parece tener la necesidad de ser protagonista de un cambio, por lo que nunca termina de establecerse un nuevo sistema educativo el tiempo suficiente como para poder evaluar su utilidad.
De igual manera expresa que nunca antes se ha exigido tanto a un educador como en los tiempos que corren. Incluso el ser "arriesgado", en términos de creatividad, es una manera de poder sobrellevar los nuevos retos que se presentan a quien ejerce el hermoso privilegio de dar clases. Es la contemporaneidad de nuestra nación. Todo ha sido trastocado al punto de que las situaciones inéditas se han vuelto una constante.
Es escandaloso y absolutamente inadmisible que se induzca al educador a pertenecer a un partido político. No sólo es denigrante, sino que obligar al profesor a ser esclavo de una ideología es acabar con lo que debería ser más puro y transparente de una sociedad. El instructor es un referente social y obligarlo a hacer proselitismo a cambio de su trabajo, es lo peor en términos de salubridad que se puede hacer en cualquier grupo humano. Es corromper la raíz.
Se supone que el docente tiene un encargo social como transformador, investigador y político, en virtud de que el currículo es político, toda vez que construye y transforma colectivamente y corresponsablemente el país al formar nuevos ciudadanos republicanos; como lo señala Simón Rodríguez: maestro no es el que enseña… sino el que enseña a aprender”.


                              Farilys Rodríguez



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http://www.eluniversal.com/opinion/140208/el-docente-venezolano

domingo, 20 de marzo de 2016

Sujeto Docente y su Compromiso Sociopolítico

  

         

           La función del docente como acto público está definida y reconocida en el marco de los estados modernos como una profesión con todo lo que esto implica en el contexto del ámbito sociocultural y sociopolítico. La profesión docente es una práctica que se expresa como correlato de los imaginarios y las comprensiones que las sociedades y comunidades nacionales y regionales tienen de la educación.
         No siempre coinciden los intereses ético-políticos de la sociedad con las prácticas y desarrollos educativos del maestro. Esta diferencia propone una tensión crítica que debe examinarse en todo lo que ella es y representa a partir de las estructuras básicas que la sociedad tiene para el ejercicio de una profesión.
La función del maestro, tal como la conocemos hoy, no ha existido siempre. Realmente los maestros, si bien desde antiguo han cumplido la misma función sustantiva de transmitir la cultura heredada a las jóvenes generaciones, no siempre lo han hecho en el marco de las mismas exigencias sociales, ni tampoco han tenido siempre ante la sociedad la misma responsabilidad que hoy se les exige.
De la educación dependen los imaginarios de progreso colectivo y la construcción simbólica del bienestar social y político y, a través de ella, es posible el desarrollo de la equidad social mediante la circulación y redistribución del conocimiento y las tecnologías, las cuales se han constituido en el nuevo nombre de la riqueza individual y colectiva por las relaciones entre saber y productividad, saber y trabajo y conocimiento y tecnología.
El Docente al igual que cualquier otro miembro de la sociedad representa numerosos papeles o roles de acuerdo con las distintas posiciones que ocupa tanto en su vida particular y privada como en su vida pública y profesional. En el maestro se da la circunstancia de tener que cumplir con una complicada y larga serie de papeles relacionados tan solo con su ocupación, con las funciones que desempeña y que se constituyen fundamentalmente en torno a la transmisión de conocimientos y a la valoración espiritual.
Por otra parte, Martínez (2006) define al maestro sujeto político como: Aquel que es capaz de acciones políticas, con capacidad de agenciar y construir saberes y sujetos autónomos… con voluntad y arriesgo para intervenir en las decisiones sobre lo educativo y la política educativa en los ámbitos de su interacción inmediata: institución, contexto local, regional o nacional.
El docente de hoy debe entrar en los cambios que se han estado dando constantemente en el mundo, la trasformación del currículo debe involucrar la vida de la institución como tal, su compromiso en la educación debe basarse en la formación de ciudadanos capaces de afrontar situaciones políticas, económicas y sociales en su entorno, no cabe duda que el papel protagónico de ejercer este hecho pertenece al docente, comprometido en su labor, ya que su trabajo no se limita a la adquisición de conocimientos sino a un desarrollo integral involucrando todos los sectores que forman el diario vivir.
La labor del docente y su real conciencia de ella. Creo que podemos asumir a cabalidad que la labor del docente formador, enseñante va mucho más allá de su labor como instructor y tiene que ver no sólo con su rol en el entramado social, sino con su compromiso con las personas de sus alumnos, en una interacción cercana y cordial. Es ahí donde se juega toda la relación pedagógica, no sólo la de las personas que están en los roles de profesor y de alumno, sino de la institución escolar completa, añadida a ella además, las instituciones políticas, económicas y sociales interesadas en su quehacer. Es necesario personalizar la relación pedagógica para hacer de ella una comunicación humana.
El desafío ético de la docencia está en correspondencia a los aprendizajes necesarios que hoy deben ser logrados en la escuela, concebido el presente en una visión de futuro.
Finalmente se puede decir que los profesores son sujetos relevantes para el cambio educativo. El papel intelectual y moral que la sociedad les ha asignado es el núcleo de su profesionalidad, cuyos deberes no sólo están establecidos en un convenio o contrato laboral sino, fundamentalmente, los que están concebidos en el proyecto de la modernidad. La ética de la docencia nos permite ver su función social en todo su integralidad, la cual no se reduce a la enseñanza de contenidos académicos, por mejor que se lleve a cabo; la educación es mucho más que el dominio de conocimientos y competencias disciplinares para sortear exámenes en la escuela, pues siendo importante esto para que los educandos salgan airosos en el trayecto escolar, lo trascendente es la formación de la moralidad en los niños y los jóvenes que se enfrentarán no a un mundo armonioso sino a la exclusión, la violencia, el desempleo, la desigualdad social, la pobreza y la corrupción como signos destructivos de una sociedad que frecuentemente está ausente durante el estudio en las aulas. Aquí radica uno de los compromisos éticos de los docentes: someter a crítica y promover la comprensibilidad de las problemáticas cotidianas del entorno, analizadas desde los saberes académicos contenidos en los libros de texto. Es necesario que el educador asuma el rol protagónico que le corresponde y genere estas transformaciones en el contexto socio histórico y cultural en el cual desarrolla su acción pedagógica, en función de lograr una educación integral de niños y jóvenes.






Farilys Rodríguez
http://www.revistadocencia.cl/pdf/20100730163856.pdf


sábado, 19 de marzo de 2016

El Rol del Docente en la Educación Tecnológica



El rol social del maestro como elemento proactivo en la formación de individuos conlleva la responsabilidad de vincular, sustentar y fomentar la reflexión en torno a los avances científicos y tecnológicos que, de un modo u otro, influyen en la vida de sus alumnos y sus propios quehaceres como docente facilitador del conocimiento. Dicha responsabilidad deberá ser encausada de forma inductiva y vista desde una perspectiva humanista, con la finalidad de hacer crecer en el alumno una conciencia social incluyente en torno a los problemas, cambios y retos que la ciencia y la tecnología imponen a nuestras comunidades.
Actualmente en la educación, el alumno tiene y debe de ser proactivo para salir adelante, las exigencias de la pedagogía actual así lo requieren.
En la educación la tecnología es el puente entre la investigación y la teoría y constituye una determinante mejora en la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. los procedimientos tecnológicos forman parte de los métodos de enseñanza y constituyen herramientas didácticas que le proporcionan al docente un modo de instrumentar el logro de los objetivos, mediante la creación de actividades, a partir de las características del contenido programa, que le permitan orientar y dirigir al alumno, hacia un fin específico.
Las tecnologías de la información se aplican al campo pedagógico con el objeto de racionalizar los procesos educativos, mejorar los resultados del sistema escolar y asegurar el acceso al mismo de grupos convencionalmente excluidos, permite que la educación sea para todos y en cualquier lugar y con un costo altamente accesible.
El rol del maestro es muy importante, ya que deberá presentar a sus alumnos situaciones que les posibiliten avanzar en su desarrollo y conocimiento, que los problematicen, que les permitan investigar experimentar. Él es el encargado de guiarlo en todos esos procesos.
Dentro del campo educativo las Tecnologías se hacen presentes mucho más que la propia Materia Científica; ya que en los últimos años se ha observado una marcada influencia de las Tecnologías de Información y Comunicación, dentro del ámbito educativo. Cada vez es mayor la cantidad de instituciones que deciden optimizar sus conocimientos y actividades resultando como factor común en las más exitosas el reconocimiento oportuno de las ventajas que ofrece las TIC, generando niveles bastantes altos de exigencia.
La presencia de las Nuevas Tecnologías en la sociedad y las potencialidades que éstas ofrecen como recursos para la educación constituyen una razón suficiente para justificar su incidencia en el perfil del profesor, en la medida en que éste ha de desarrollar su acción educativa de un modo coherente con la sociedad en la que vive aprovechando al máximo los recursos que le ofrece.
En relación con las Nuevas Tecnologías esto implica que el docente debe conocerlas en todas sus dimensiones, ser capaz de analizarlas críticamente, de realizar una adecuada selección tanto de los recursos tecnológicos como de la información que estos vehiculan y debe ser capaz de utilizarlas y realizar una adecuada integración curricular en el aula.
Los profesores deben estar preparados para integrar las nuevas tecnologías en sus actividades formativas metodológica y conceptualmente. En este contexto cuando el profesor se enfrenta con diferentes obstáculos y desafíos como son sus propias actitudes y los hábitos de colección ante las nuevas tecnologías.
Para trabajar con el uso tecnológico, es deseable que el profesor mantenga el interés permanente de sus estudiantes, que detecte y atienda a sus necesidades educativas y permitirles cuidar que el contenido y las actividades de aprendizaje sean interactivas y darle atención a los ambientes de aprendizaje creados, lo que será reflejado en los procedimientos didácticos y de uso de medios tecnológicos que implemente sin olvidarse que no todos los individuos aprenden de la misma forma.


Farilys Rodríguez

http://www.dfpd.edu.uy/departamentos/cs_educacion_phf/documentos/2012/ForoCD/Textos/Conf_Carlos_Cullen.pdf

http://es.slideshare.net/CristinaDelRoMartnez/rol-del-docente-ante-las-nuevas-tecnologas-24149181